Desde el año pasado veía con gran emoción este 2019, sobre todo porque quería tomar en algún momento del año, un tiempo para reflexionar los cambios que viví del 2009 hasta el 2019. ¡Son 10 años de eventos que han marcado mi vida! Y ahora con esta nueva tendencia en redes sociales de #10YearChallenge , lo vi como la oportunidad para llevarlo a cabo.
Obviamente ya han pasado varios días, y he estado leyendo cómo es que Facebook e Instagram están atrás de este movimiento para mejorar su inteligencia artificial en cuestiones de reconocimiento facial…en fin, regresemos al tema central.
2009
Realmente el 2009 fue un año de cambios extraordinarios que recuerdo veía con incertidumbre al futuro. Llegó enero y con él, un nuevo y último semestre en la universidad. Me sentía entusiasmado de por fin acabar la carrera y poder entregar ese momento de orgullo a mis padres. En años anteriores había estado practicando capoeira y habíamos logrado que el equipo se convirtiera en «equipo representativo» del TEC; lo cual era todo un acontecimiento y nos había abierto las puertas a muchas cosas dentro de la universidad.
Previo a cursar el último semestre, me había puesto la meta de ser nominado para el Borrego de Oro, que es uno de los reconocimientos más importantes que te puede dar el TEC. Recuerdo, que me dieron la noticia de que había logrado la nominación y que sería cuestión de los profesores el votar por el alumno que lo recibiría. Yo estaba muy emocionado por esto y le comenté a mi mamá sobre esto, le pedí que no le dijera nada a mi papá; quería sorprenderlo en la ceremonia de premiación.
Mi Pá (o Viejo como le decía de cariño), había recaído nuevamente de un cáncer de linfoma de hodgkin; lo había vencido hacía más de 5 años. Pero, pues con esa enfermedad, siempre hay que estar atentos. Fue tanto mi impacto de lo que pasó mi Viejo, que traté de enfocar muchas actividades de responsabilidad social, para apoyar a niños con cáncer. Recuerdo que hicimos muchas exhibiciones y recolectas para niños de AMANC. Por la recaída y las quimioterapias a las que tenía que acudir mi Viejo, es que quería darle una noticia distinta, pensé que mayo llegaría pronto y con él una sorpresa para mi Viejo.
Chris y yo, cumpliríamos dos años de novios en 2009. La relación marchaba increíble y su apoyo durante los últimos semestres de mi carrera habían sido extraordinario. Eramos tan inseparables que mis profesores la conocían y hasta la invitaban a tomar la clase…cabe destacar que en alguna ocasión hasta tomó un examen y le fue mejor que a mi y a mis compañeros…
¿Ven? 2009 pintaba para ser un gran año, pasó enero, febrero y fue en marzo donde todo cambió…en un abrir y cerrar de ojos todo…pero absolutamente todo cambió. Recuerdo que todos los días al regresar de la escuela de de haber salido, pasaba a estar con mi pá para ver tele o platicar sobre lo que había ocurrido en el día. Un domingo salí con Chris y fuimos al museo de arte moderno, Chris se había sentido mal, mareada…por lo que salimos del museo y disfrutamos sentados en los jardines del museo. Regresé a Chris a su casa, yo regresé a la mía. Pasé a ver a mi Pá que estaba viendo la tele, lo escuché un poco raro, pero no hice mucho caso…me despedí y me fui a dormir pues al otro día tenía que ir a la universidad.
Eran las 12:15 aproximadamente de la noche/mañana, mi mamá me despertó, me pidió que me vistiera y que la acompañara a llevar a mi Pá al hospital. (El estar escribiendo esto, me hace sentir escalofríos y sentimientos que me abruman un poco, hasta cuestiono si debería de seguir escribiendo…tomo una pausa y me doy una palamadita imaginaria en la espalda para continuar con esta entrada). Llevamos a mi Pá al hospital, entramos por urgencias, yo me bloqueo de pensar lo peor. Empiezan a atenderlo, lo llevan de una habitación a otra. Dan las 4:00am, la camilla de mi Pá pasa cerca de mi, le tomo la mano y le digo: Viejo, ándale…empieza a sentirte mejor para ya irnos a casa. Te quiero. Me voltea a ver y sonríe. (Ah caray…está siendo más difícil de lo que pensé).
Lo llevan a otra habitación, y en 15 minutos cae en un paro respiratorio. En ese momento volteo a ver a mi Má, quien había estado resolviendo papeleos del hospital. Nos abrazamos, algo ocurre que no siento nada a mi alrededor, no escucho nada y sólo puedo sentir a mi mamá llorando. Obvio…obvio, ahora tenía que hacer otro papeleo…lo único que pude hacer fue llamarle a Chris y comentarle lo que había ocurrido. Más tarde llegó para estar conmigo. Llamé a la gente que necesitaba. Cuando llegó Chris, fuimos a la cafetería, pues mi má se lo pidió…para que yo pudiera comer algo y pudiera descansar.
Después de todo esto en el hospital, seguimos la carroza y llegamos a donde cremarían a mi Viejo…no lo velamos, no hicimos nada…cumplimos su deseo, él no quería nada…tal vez lo debimos haber hecho…quien sabe…
Esa semana falté unos días a la universidad, creo que dos…no se, no recuerdo, sólo quería regresar a una rutina. Pero, en ese momento pensaba en que mi Pá ya no me vería recibiendo mi título de graduación ni me vería si ganaba el Borrego de Oro.
Hubo días muy difíciles, entre misas, papeleos e infinidad de cosas que había que hacer. La verdad el enojo de lo que había pasado, me llenó…me molesté mucho con la vida, no era justo lo que estaba pasando.
Llegó abril, mi cumpleaños, hice una reunión con algunos amigos en la casa, pero previo a la semana de mi festejo, se soltó la bronca de la Influenza. Entonces nada de restaurantes, cines, etc. Una semana más tarde sería la premiación del Borrego de Oro, me llegó una carta, diciendo que había sido el ganador en mi categoría, y que sólo habría un breve desayuno sin ceremonia, pues no se podía hacer eventos. Vaya, mi oportunidad de tener un evento como los que había visto en el Tec, se esfumaba.
Al final, a la ceremonia, me acompañó mi mamá y Chris. Me otorgaron el Borrego de Oro, un diploma y una semana más tarde, ya estaba graduado de la carrera de Mercadotecnia en el Tec. Recuerdo que a la ceremonia de graduación, fue Chris y sus papás, mi mamá y su hermano, quien es mi Padrino. Fue muy agradable tener ese apoyo moral en un momento que había soñado compartir con mi Viejo.
Había noches en las que no sabía qué iba a hacer de mi vida, enviaba currículums y no encontraba trabajo. Sentía una necesidad extraordinaria de ayudar a mi mamá con la casa, con los gastos, con todo lo que se necesitaba. Mi mamá, nunca dejó que nos faltara algo, hasta en mi cumpleaños me regaló un videojuego (GTA IV), digo realmente era algo que no necesitaba y que era más un gasto que otra cosa, pero lo agradezco hasta el día de hoy como no tienen idea. Acudí a agencias de publicidad buscando un puesto, quería trabajar en una agencia y fui a entrevistas a Ogilvy y no recuerdo a qué otras.
PERO, llegó una gran oportunidad para mi y con la cual inicié mi carrera profesional ya graduado, acudí a entrevistas en la NFL México y tras un proceso largo, me eligieron para el puesto.
Hace 10 años trabajé en la NFL, un lugar increíble donde conocí a grandes personas como Geraldine, quien era mi jefa, muy estricta y exigente, pero ahora entiendo porqué lo hacía y lo aprecio. Jorge, quien me enseñó muchísimo de Marketing y quien me brindó la confianza para llevar a cabo muchos proyectos, gracias a él inicié mi interés en Marketing Digital. Diego, quien hasta la fecha es como un hermano para mi. De hecho, sigo en contacto con ellos tres.
En 2009, mientras trabajaba en la NFL, fui a mi primer viaje de trabajo y fuera de México. Fui a San Diego, donde estuve apoyando en la logística de un concurso que se había organizado, con el cual llevamos a 100 ganadores a ver a los Chargers contra los Bengals.
Empezaba a ver las cosas más claras y pensé que por fin tomaba un mejor rumbo mi vida. La verdad es que sí, aunque había momentos en los que seguía con dudas de hacia dónde iba y si lo que estaba haciendo tendría un efecto positivo en mi futuro. Me sentía en momentos desubicado, me daba miedo hablar con mi mamá, pues no quería alterarla o que algo que dijera la hiciera llorar. Poco a poco vi, que podía hacerlo sin generar recuerdos de mi Viejo.
Chris siempre fue un gran apoyo para mi durante esos momentos. Recuerdo, que un fin de semana antes de entrar a trabajar, me llevó a Liverpool, pues me iba a regalar unas camisas para mi nuevo trabajo. También me regaló un collar con un balón de americano, que usé por mucho tiempo hasta que se perdió en una alberca, pero esa es otra historia.
Después de varios meses de haber estado evitando hacer gastos innecesarios, con mi primer pago, le pedí a Chris que fuéramos al cine (no recuerdo la película que vimos), pero compramos un combo pareja, y el resto de mi pago se lo di a mi mamá y así fue por mucho tiempo.
Llegó el primer cumpleaños sin mi Viejo, la primera navidad…llegaron muchas «primeras veces», algunas para bien y otras para mal. Esos momentos en los cuales no sabría cómo estaría en 10 años…al final del día si pensamos, son muchos años y cada día nos tiene cosas distintas.
Han sido 10 años de cambios, de dejar de ver a amigos, de tener ahora nuevos amigos, de olvidar y reencontrarnos con personas y familia, de cambiar de trabajo, de aprender, de sufrir, de vivir, de muchas cosas.
Para mi han sido 10 años que a pesar de todo lo que pasé, no cambiaría nada, pues en estos momentos me encuentro contento de la gente que he conocido, de lo que he hecho en mi vida profesional y sobre todo personal. Hubo un momento en el que jamás pensé sería dueño de una casa propia o que viajaría y conocería Japón o Shanghai. ¡Vaya! Ya tengo un posgrado, una maestría y estoy casado, iniciando una familia propia, con una esposa increíble que día a día me demuestra su amor y cariño como la primera vez hace casi 12 años. Ahora, tenemos un nuevo integrante en nuestra vida, a quien desearía su abuelo conociera, pero que quiero creer que de una manera u otra ya lo hizo; nuestro pequeño Franz me ha dado un nuevo camino a seguir, una razón más para querer ser mejor y quien se ha convertido en un sentimiento indescriptible. ¿Cómo olvidar que en estos 10 años también llegó Snicker? Un beagle, que se convirtió en un gran amigo e hijo peludo (sí, soy de esos) que me ayuda en momentos difíciles y que hasta me enseña a valorar lo más pequeño.
En estos 10 años conocí a gente increíble, creo que también me hice más cercano a mi familia, inicié proyectos propios y he logrado ver que podemos cumplir lo que queremos, no es de manera inmediata, pero sí podemos llegar hasta donde queremos.
Han sido 10 años, 10 años de retos, fracasos, logros, aprendizaje y al final del día, con todo y lo más gris que nos pueda deparar la vida, han sido 10 años felices.
Las fotos que comparten en el 10 year challenge, tienen realmente una historia fuerte, no sólo es cómo me vi y cómo me veo, es qué viví en esos 10 años.
Perdón si hubo momentos repetitivos, pero la emoción está a flor de piel.
Gracias por leer esto, de todo corazón, gracias.
PS:
Má, gracias por tu fuerz, cariño y amor en esos momentos y hasta el día de hoy.
Chris, gracias por tu amor, comprensión, apoyo y por la familia que estamos formando
Mini Franz, gracias por estar en nuestras vidas, recuerda que puedes lograr todo lo que desees.