Cuando dicen adiós tus ídolos

Con la noticia del día de hoy sobre el fallecimiento de Anthony Bourdain, debo de admitir que me hizo pensar en mis héroes que han partido del pano terrenal (suena con mucho caché); incluyendo al gran chef Bourdain.

Recuerdo que conocí su programa casi por accidente en el canal de Travel and Living (TLC) un día que llegué de la escuela, prendí la tele y al estar cambiando de canales encontré su programa de «No Reservations», esto fue aproximadamente en el 2006. A partir de ahí vi con mi mamá cuanto capítulo podía; antes de Netflix tenías que organizar tus tiempos para ver el programa o buscar qué día era la repetición. Muchos coincidimos en que Bourdain nos abrió los ojos a viajar y no tener prejuicios, adentrarnos a la aventura sin importar qué pueda suceder. Evitar el miedo de decir no a un platillo o a una situación que te puede hacer crecer.

Para mi, llegó en un momento donde tenía que tomar muchas decisiones y vivir con el miedo de pensar en los resultados que tendrían…el ver cómo Bourdain hablaba  sobre su éxito hasta los cuarenta y tantos años me hizo ver que aún estaba a tiempo de lograr muchas cosas. Digo, ¿quién no ha sentido la presión de salir adelante y creer que todo lo debes de lograr rápido? Disfrutaba mucho cómo hablaba del lugar y la comida donde estaba, lo que más me gustaba era cuando su equipo lo filmaba sentada viendo al horizonte y entraba la voz en off con alguna ensañanza. Me hizo ver Shanghai y Tokio, en ese momento jamás imaginé que algunos años adelante tendría la oportunidad de ir y conocerlos. Admiraba mucho la manera en la que te contaban una historia, no sólo hacían tomas de la comida, sino que podías aprender de lo que había atrás de un platillo…y vaya que si no me emocioné cuando supe que había grabado en México.

Me duele que tuviéramos que ver que Bourdain nos dejó por algún motivo personal que jamás entenderemos, el suicidio no lo comprendo, pues pensé que él tenía todo…fama, viajes, comida, restaurantes, familia, etc. Ojo, no lo juzgo, sólo no lo entiendo…creo que me aferro a querer que siga aquí.

Este incidente, también me hizo pensar mucho en Robin Williams, otro de mis héroes. Su forma de hacer comedia me encantaba, no sólo eran insultos, era un monólogo pensado con una historia, personajes, mímica y el sello característico de Williams. Tal vez rompo un poco el formato hoy de los posts, pues por eso puse la foto de El Genio, uno de mis personajes favoritos de Disney. La voz y vida que le brindó es única, El Genio para mi es Robin Williams y cada que suena la canción de «A Friend Like Me» puedo imaginarlo en la caseta de grabación, haciendo muecas, señas y gestos para darle vida a la música y al personaje. La foto de este post es de cuando visité Disney Sea en Japón, el viaje fue en septiembre de 2014, tan sólo a un mes de que Robin Williams nos dejara. Al ver al Genio me emocioné como niño pequeño y aunque suene cursi, me acerqué, lo saludé y le dije: Te extrañamos, gracias por todo. Para mi fue una manera de desahogarme. Se que para Chris fue dolorosa la noticia también, pues lo admiraba y sigue admirando.

Por si fuera poco, mientras escribo esta entrada, escucho «I am the highway» de Audioslave con el gran Chris Cornell, a quien conocí con la canción de Can’t Change Me en 1999. Poco a poco me fui enterando que había estado en Soundgarden, compré un disco de ellos y me fascinó. Después llegó en el 2002 con el proyecto de Audioslave y como todos, repetí hasta cansarme la canción de «Like a Stone». Ese año para mi y mi familia fue difícil, por lo que ese disco me ayudó muchísimo a salir adelante…cuanto cliché aquí.

A la liste de ídolos que se han ido está la gran Carrie Fisher, quien conocói por Star Wars (como muchos supongo), pero que con el tiempo nos enseñó la fortaleza de enfrentar nuestros demonios. También Gene Wilder nos dejó en 2016; par ami su comedia era increíble y con quien conocí a «El Principito», de ahí mis padres me mostraron películas como «Another You» y una de mis favoritas «See no Evil, Hear no Evil». La lista saben que es grande y tenemos que incluir a David Bowie, Prince, Alan Rickman (o Hans Gruber como lo conocí gracias a Die Hard, quien me la mostró uno de mis mejores amigos: Jorge A.), John Mahoney de Frasier…etc.

Creo que es rara la relación que creemos tener con estas personas, pero la verdad es que cuando veo lo que han hecho o cómo han marcado algo en mi me siento agradecido y creo que al menos por eso para mi es un tanto difícil cuando tenemos que decirles adiós.

En fin…hasta aquí el post de hoy, recordando a algunos de mis ídolos que han dicho adiós.

 

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Sophie Rodríguez dice:

    Me sacaste un par de lágrimas Chinchot!!!! 😭😭😭😭
    Cuando los ídolos se van, bueno en general las personas que amamos o admiramos, nos dejan un hueco en nuestro ser.
    Me declaro fan también de Williams, él era/es muy importante para mí, crecí viendo sus películas porque mis papás lo admiran, y cuando supe que su fallecimiento se debía a un suicidio casi me da algo malo…ya estaba en la carrera y poco sabía del tema, me preguntaba cómo era posible que él hubiera padecido un trastorno así.
    Algo similar me pasó con Rickman, no lo conocí en Harry Potter como podría pensarse, sino en Robin Hood, y desde entonces me encantó su forma de actuar.
    Sólo para cerrar, porque mi lista es larga, agregaré a Raúl Anguiano. Un gran pintor mexicano a quien tuve la fortuna de conocer y platicar con él un buen rato en un homenaje, cuando falleció me dolió muchísimo, pero comprendí que ya era mayor y que su tiempo de ir con los antiguos aztecas había llegado.
    Un gran post Franz.

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